Riego y mantenimiento del parque de la calle Montaña.

Alumnos de jardinería

El riego es una parte fundamental para que las especies recién trasplantadas sobrevivan y arraiguen en su nueva ubicación, lugar donde pasarán su futura vida. El parque de la calle Montaña tiene unas dimensiones considerables, unos 1.330 metros, donde se han plantado unas 7500 plantas.

Para poder ser autosuficientes con el agua, se instaló una arqueta de riego en la zona, ya que no existía ninguna y era muy necesaria por las condiciones del parque. A partir de ese momento se empezaron las labores de riego y mantenimiento desde la primera zona donde se plantó. La superficie plantada iba aumentando poco a poco y, por tanto, también aumentaba con ella la zona de riego.



Al principio, como la superficie a regar era pequeña, se podía hacer con una manguera de forma manual y aplicando agua en forma de lluvia para no dañar las partes aéreas de las plantas y para evitar encharcamientos que pudieran ahogar las raíces. En cuanto se fueron plantando el resto de zonas del parque  se empezó a aumentar la superficie a regar, por ello se instaló un sistema móvil de mangueras con aspersores rotativos para, con el mismo tiempo, poder regar hasta el triple de superficie. 

Tal como avanzaba el riego durante el transcurso de los días, la tierra estaba en sazón,  con la característica de capacidad de campo que permita el desarrollo de las especies vegetales. Además se pudo detectar en una zona un pequeño problema de salinidad en la tierra, que fué inmediatamente solucionado aplicando más cantidad de agua para diluir estas sales. 

Por último, los alumnos de jardinería también teníamos que preocuparnos de mantener nuestro vivero instalado en el CPC,  donde se acopiaba las plantas aún en sus contenedores. Por tanto, al acabar la jornada y recolocar las plantas que habían sobrado del día, regábamos el vivero y se dejaba apunto para los próximos días.